Un propósito ambiguo

Siglo y medio de vinos, una familia, millones de botellas producidas, apreciados en todo el mundo, afán por una mejora continua.

 

Así es como ‘Cleto Chiarli’  nació. Es más que sólo una bodega; es un mundo en donde se producen vinos excelentes, la cuna ideal para obtener lo mejor de las uvas de Lambrusco.

Una estructura moderna, tecnología de punta, un lugar en donde casi se puede respirar la historia y la tradición.

Sin prisas, sin ansiedad de producción, sólo el deseo de mejorar nosotros mismos.

Así es como productos tales como  ‘Vecchia Modena Premium’, ‘Fondatore’ y ‘Vigneto Cialdini’ nacieron, verdaderos iconos enológicos, tan vinculados con su entorno y tradición que solo el nombre de Lambrusco no puede transmitir sus verdaderas cualidades, y es inadecuado para expresar el sabor mineral sin complicaciones de Sorbara o la sensualidad rica y afrutada de Grasparossa.

Recientemente, recibimos la certificación V.I.V.A., una distinción importante vinculada al Programa de Viticultura Sostenible promovido por el Ministerio de Sostenibilidad Global de Italia.